UN AÑO DE BENDICIONES

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PARA TODOS

lunes, 29 de noviembre de 2010

Ser o no ser extranjera



- -Mamá, he conocido a un chico alemán guapísimo -, fue la información que recibí por teléfono de mi hija, - ¡ay no! -, le dije, -¿ te vas a tropezar con la misma piedra que yo?, acuerdate que a mi no me fue muy bien que digamos-, - mami, él es un chico muy lindo y diferente, comenzando con que no es veinte años más grande que yo, al contrario, yo soy un poquito mayor que él -, -¿que tan poquito?-, -.....dos años-, - no sé que decirte, ¿tú estás convencida? -, -pues , no mucho, pero ¡ya veremos!, quedó de llamarme, a lo mejor no lo vuelve a hacer-.

Mi hija había conocido a su príncipe azul en Acapulco, donde ella estaba trabajando temporalmente, él había ido de vacaciones y se prendó de Karina casi al momento de verla, se trataron sólo unos días pues tenía que regresar a su país, pero prometió llamarle a en cuanto llegara a su casa.

Un sábado en que me encontraba trajinando con los quehaceres del hogar (el sábado era el día que aprovechaba para poner un poco de orden), sonó el teléfono, una voz con acento español me dijo: - ¿podría hablar con la señorita Karina? de parte de Manfred ......., nunca entendí del todo el apellido -, - disculpe señor, soy su mamá, ella se encuentra en Acapulco trabajando -, - bueno, en ese caso dígale por favor que el próximo sábado le volveré a llamar, soy Miguel, un amigo de Manfred, gracias -. Evidentemente el supuesto alemán, había recurrido a un amigo español para buscar a la dueña de sus sueños.

Ese día llamó mi hija y le di la noticia: - Negrita, ¿quién crees que llamó? -, ¡ay, no me digas que el alemán?-, -si-,- ¿pero cómo le hizo?, el no habla ni inglés, ni español-, -mira, ven, porque el próximo sábado volverán a hablar, aquí te lo explico todo-.

Afortunadamente se había terminado su tiempo de trabajo en Acapulco y pudo regresar ese mismo día.

Dicen que la vida real es más sorprendente que la ficción, y es verdad, si un adivino nos hubiese dicho que las dos nos íbamos a casar con alemanes, sin que hubiera relación alguna entre ellos, no lo hubiésemos creído, pero así fue.

Mi hija había tenido un matrimonio no muy afortunado y fue madre de un niño a los 18 años y de una niña cinco años después.

Ser divorciada te hace escéptica y no es fácil creer que puedes rehacer tu vida, pero a pesar de todo ella se llenó de fuerza y miró de frente esa posibilidad.


(continua)

5 comentarios:

  1. Estás empeñada en superarte con las entradas, siempre ocurre lo mismo, la siguiente es mas interesante que la anterior.
    Casi que no la puedo leer porque he tenido problemas con el pc y con la conexión a Internet.
    ¡Felicitaciones!
    Salud y besitos

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  2. quiero saber mas, me suena a felicidad la historia. te abrazo querida amiga

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  3. Genin: Gracias por tus conceptos,ojalá que ya no tengas más problemas con tu pc.
    Muchos saludos desde México: Doña Ku

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  4. Abuela frescotona:Prosigo con la historia, ya ves, como digo, la realidad a veces supera a la ficción.
    Un gran beso: Doña Ku

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  5. Uy...qué lindo, hasta ahora va todo bien.

    Sigo con la segunda parte:-)

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