UN AÑO DE BENDICIONES

UN AÑO DE BENDICIONES
PARA TODOS

viernes, 21 de octubre de 2011

La tilica


Con tus tacones chiquitos, como los de una muñeca, con tus labios pintados y el vestido casi en jirones, caminas Tilica, porque no hay de otra.
Traes un tragos entre pecho y espalda, y unos recuerdos entre alma y corazón.
Me cuentas que fuiste una niña mimada, de esas que les comparaban sus cucucruchos de dulces y sus trastecitos  barro. 
Siempre bien peinadita, con tus trencitas tejidas y tus moños de colores, con tu vestido amponcito y almidonado; siempre temprano a misa y por la tarde al rosario de la mano de tu madrecita.
Tu padre, un señor muy serio y muy honrado, decía que las señoritas eran pa´estar en su casa, la escuela era pa´lo machos.
Tú a coser y a guisar, que pa´eso habías nacido, pa´servir a los hombres; primero a tu apá y a tus hermanos, y después a tu marido.
El marido llegó a su buena hora. Tú ya tenías 16 y estabas lista pal´casorio. ¿Amor?, ¿cual amor?, eso era cosa de pasquines y de canciones ociosas. Esto era cosa de mi apá y el señor ese tan mayor.
En la iglesia todo eran flores blancas y su olorcito a velas. Estabas linda, como si fueras a hacer tu primera comunión otra vez. 
El se veía mayor que tu apá, pero era "tu señor". El curita lo había dicho y así sería.

Fueron años muy tristes de sometimiento, de golpes, de insultos, de trabajo intenso, de un hijo tras otro, hasta completar ocho.
Un día te viste en el agua que sacaste del pozo y te dio horror, "eso" eras tú. No quedaba nada de la chiquilla linda y agraciada que tu padre entregara un día en la iglesia. Tu cara estaba pálida y ajada, con grandes surcos de decepción; pero lo peor no estaba en el cubo de agua, si no en el corazón.
Desde ese momento comenzaste a secarte y a dejarte morir.
Por las tardes, cuando don Mariano, "tu señor", se iba a jugar dominó con sus amigos, tú entrabas a la bodega y sacabas una botella de vino. 
Tomabas, tomabas mientras lavabas, mientras planchabas el cerro de ropa, mientras preparabas la cena. Cada día te acababas una botella completita.
El señor, "tu señor", se dio cuenta un día y después de darte tremenda golpiza, te echó de su pura y santa casa.
Rondaste por la hacienda pa´ver a tus chamacos, "onque juera di lejitos". Pero ellos ni siquiera te reconocían. Mejor te viniste a la capital en un camión de redilas y a veces a pie.
Ora te pasas esperando a tu amiga "la pelona" entre trago y trago, pero nada que llega, nada que llega, "es bien esquiva la canija. Todos los días la busco, pero me juye, ¡ me juye la condenada !"

DK
    Tilica.- Flaca, desalilñada. A veces así llaman a la muerte los mexicanos.
    Cucucrucho: Cono de papel
    Trastecitos: Utensilios para cocinar en miniatura
    Amponcito: falda amplia

10 comentarios:

  1. Aunque es muy triste, esas palabras son pura música para mis oídos...
    Gracias.
    Besitos y salud

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  2. Triste relato, aunque redactado muy poeticamente.
    La voluntad de los hombres: el padre, el "curita" y el marido, arruinaron la vida de Tilica, le negaron el amor.

    Un fuerte abrazo.

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  3. que historia triste, y real, seguirá la costumbre de entregar las hijas en matrimonio?
    cuantas almas sacrificadas en pos de un machismo feroz e intereses económicos, cuanta pena inútil...
    querida Ku la abrazo en la distancia

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  4. Tía Ku. Lírico y triste relato que bien pudo suceder en el D.F. o en Bogotá, o en Montevideo. ¡Cuantas víctimas habrá del absurdo machismo que cunde en nuestro tercer mundo!

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  5. Gracias Genin: El lenguaje del pueblo siempre es llamativo y hermoso, porque es auténtico.
    Tu presencia me reconforta.
    Con mi afecto: Doña Ku

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  6. Chela: Hay muchos padres y maridos como los de este relato en algunos pueb,los de mi país. Lo malo es que en muchos países más existen los "matrimonios arreglados", como entre los turcos, los iraníes, los isarelitas etc.
    Te mando mi cariño: Doña Ku

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  7. Esperame en Siberia: Me llamó la atención tu blog, puesto que uno de los autores que hicieron las delicias de mis años mozos fue Enrique Jardiel Poncela, a quien siempre he admirado y que tiene un libro, qué, a pesar de que pretende ser humorístico, lleva una tremenda y seria reflexión, me refiero a "La tourné de Dios"
    Gracias por tu presencia: Doña Ku

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  8. Amelia: Es verdad, muchas mujeres se han marchitado y viven sometidas en aras de una obediencia ciega.
    Yo digo que algunas mujeres han propiciado este tipo de injusticia, ya que son las primeras que censuran la no obediencia o la no sumisión.
    Te quiere tu amiga: Doña Ku

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  9. Darío: Yo conocí a la Tilica, siempre la veía alcoholizada, en la esquina del hospital donde trabajaba.
    Un día la llevaron a urgencias, debido a que la habían cortado con una botella en una pelea, yo la atendí y fue entonces que me contó su historia.
    Cuando fue dada de alta, salió por la puerta y nunca más la volvimos a ver.
    Te quiere tu tía cibernética: Doña Ku

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  10. Tía Ku, tu crónica nos llega al alma. Cuanto sufrimiento junto en estos pobres seres marginales.

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