La optimista

Juro que soy optimista, miren que en estos tiempos ser optimista tiene un valor incalculable.
Mi frase favorita es : "Ya vendrán tiempos mejores". Claro que nunca digo en que clase de transporte viajan, pues es posible que los "tiempos mejores" hayan escogido una tortuga, que por cierto tiene lastimadas las patas traseras.

En fin, como no voy a ponerme a esperar los susodichos tiempos, trataré de "inyectar optimismo". 
Para eso no hay como ponerse a planear el ambiente navideño que debes darle a tu hogar y desempolvar el pino artificial, las esferitas y los adornos diversos que guardaste con mucho cuidado la navidad pasada.

 -¡Ay mamá!, ¿por qué no me dijiste que habías guardado los adornos en el closet de la entrada?- dice molesta Lola.

 -¿Por qué los dices, hija?

 -Es que Gerardito guardó sus cosas precisamente ahí. Ni creas que me voy a poner a quitar su equipo de buzo, su tabla de surf, su equipo de fut americano, sus patines, su bicicleta de montaña... ¡No, ni lo sueñes, estoy llena de trabajo atrasado!, ¡que lo haga tu nieto!

 Imagino que Lola olvidó el pequeño detalle de que, apenas el día anterior, mi querido nieto había ido de camping por una semana con sus amigos, a las lagunas de Montebello  .
Yo contesto con todo candor:
-No te preocupes, yo puedo hacerlo.
 

El valor con que ataco el pequeño problema es diametralmente opuesto a mis verdaderas posibilidades
Aunque sudo y pujo con fiereza la bicicleta de montaña apenas se mueve unos centímetros. Así que resuelvo sacar primero el equipo de buzo. Su negro aspecto no me intimida pues parece un inofensivo pedazo de ...¡Dios, de repente se desdobla y cae sobre mi!, trato de esquivarlo pero me abraza como si tuviese vida. Me deshago de él como puedo, y terminamos en el suelo derrotados, “menos mal, que quedamos cero a cero”, digo con mi optimismo de costumbre.

Juntando el resto de mis fuerzas enfrento el siguiente reto que consiste en sacar el complemento del traje de buzo: Las aletas, el visor, el snorkel, el cinturón de lastra, el chaleco, el regulador, el tanque, el arpón...¿arpón?, vaya, yo que siempre creí que eran una aguja de tejer ¡a lo bestia!

El traje de futbol americano consiste en: Casco, careta, balón, zapatos con tacos, hombrera; a quien debían quitar la ra, pues pesa como si fuese un hombre.

Mi respiración es más que fatigosa cuando arrastro los pesados patines, al grado de sentir que no puedo dar un paso más. 

Pero nadie puede explicar como es que renacen las fuerzas cuando una está en peligro, ya que pude dar un salto descomunal al ver que venía directo a mí la enorme bicicleta de montaña... lo malo es que no pude esquivarla.

Lola salió al pasillo cuando oyó el ruido que hizo la bicicleta.

-¡Mamá, no juegues!, ¿dónde piensas poner todas esa cos... ¡MAMÁ!

 

Ya les decía al principio, soy optimista, y los tiempos mejores ¡llegaron!: 

Hoy contemplo desde mi sillón favorito el nuevo árbol navideño, lleno de hermosas y también nuevas esferas, con sus respectivos adornos. Todo adquirido gracias a la generosidad de mi yerno, qué, tratando de llevar la fiesta en paz, sustituyó los aplastados y viejos adornos.

¡Que importa tener una pierna y una mano fracturadas, frente a tanta felicidad!
 

DK