UN AÑO DE BENDICIONES

UN AÑO DE BENDICIONES
PARA TODOS

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Sin ataduras

Queridos Adictos: El ejercicio de este mes consiste en ponerse en le papel del sexo contrario y se llama YO.

Este es mi relato:
 
 
Sin ataduras
 
 
 
He caminado mucho, no sé cuanto. El frío despierta mis sentidos.
Ante mí aparece la barandilla de un puente y me recargo en ella, trato de reconocer el lugar donde me encuentro.
Un rumor de agua llega a mis oídos, y puedo distinguir el pequeño riachuelo que corre bajo el puente.
Siento sobre mi rostro el aire fresco y una especie de calma se apodera de mí... es cuando rompo a llorar, mientras se me afloja el cuerpo y caigo sentado sobre el asfalto.
Más tarde siento que he quedado vacío, sin una sola lágrima .
Luego me atropellan los pensamientos: ¿cómo, cuándo, por qué?
 
Apenas esta mañana me encontraba disfrutando de un rico desayuno en uno de tantos Winks, cuando de pronto vi frente a mí a aquel tipo que me miraba fijamente.
Tenía el aspecto de un indigente: la barba crecida, el pelo revuelto y la ropa arrugada, como si hubiera dormido con ella.
- ¿Te llamas Usiel?- me preguntó casi en un susurro.
- Sí, soy yo, ¿por qué?- dije un tanto amoscado.
- Mira, esto no es fácil para mí, pero vengo a rogarte... ¡a suplicarte! que dejes a Mirna. Tú puedes tener las mujeres que quieras, yo sólo la tengo a ella. La amo y no quiero perderla.
- Ah, ¡por ahí va la cosa!- contesté en tono burlón, sin sentir compasión por esos ojos cargados de lágrimas - mira, la verdad es que ella me busca, pero, bueno, tampoco yo me hago del rogar. Por mi parte no hay problema, pero dile que no sea tan... insistente.
El pobre tipo trató de golpearme, pero uno de los meseros lo detuvo, y entre él y otro empleado del restaurante lo sacaron a la calle.
De sobra está decir que me amargó el desayuno.
Mientras pagaba en la caja del Winks sonó mi teléfono celular.
- Eres tú, mira, no me busques más problemas, tu marido acaba de hacerme una escenita bastante gruesa.
Mirna es un mujerón, pero no tanto como para complicarme de más la existencia. De manera que en ese momento taché  su nombre de mi lista.
En realidad no me importó demasiado haber terminado con esa aventurita, me sobran las mujeres. Estoy acostumbrado a conquistarlas e incluso a fingir haber sido conquistado por ellas.
Tania era diferente. Nos conocimos en una fiesta de la firma en donde trabajo.
La chica es hermosa y, además es una celebridad, pues participará como clavadista en los próximos Juegos Olímpicos. Tiene un cuerpo perfecto y se cuida lo más que puede. A pesar de sus ligues y su presencia en las fiestas de sus amigos, no toma, ni se droga.
Eso sí, traía locos a casi todos los varones de la fiesta, pues derrochaba vida y alegría a raudales.
No me extrañó que me prefiriera, ya que, además de ser subgerente de la firma, sin falsa modestia, soy bastante atractivo.
Desde ese día nos hicimos ''amantes sin obligaciones''.
Eso quería decir que nada de celos o imposiciones. Yo podía seguir con mis ligues y ella con los suyos, sin los : "¿por qué vienes a esta hora?" o ''¿por qué no llegaste a dormir?''.
El sexo con ella tenía algo extra, eso que nunca encontré en otras mujeres. Muy seguido me preguntaba porqué no dejaba mis escarceos y me dedicaba a Tania, pero no, yo no quería tener una relación que me atara, quería mi libertad a toda costa.
A veces me quedaba en su casa o ella se quedaba en la mía. Y si veíamos que alguno de los dos teníamos compañía nos esfumábamos discretamente.
No voy a negar que me molestaba un poco verla acompañada, pero así lo habíamos  concertado.
Por la tarde, mientras llamaba a mi amigo Carlos para ir a jugar boliche, cosa que hacíamos casi todos los sábados, sonó mi teléfono fijo:
- Usiel, necesito verte, es muy urgente - su voz sonó rara, parecía tener un problema muy gordo.
Está bien voy a tu casa.
Cuando llegué, me extrañó ver todo en penumbras, pensé que tal vez se había ido. Pero cuando me disponía a meter la llave en la cerradura, la puerta se abrió y apareció Tania con el rostro enrojecido por las lágrimas.
Prendí la luz y ,al hacerlo, noté que había desorden en el departamento
- Qué pasa hermosa?, dime quién te hizo llorar y le parto la cara- la abracé, tratando de consolarla - Está bien, cálmate, ya estoy aquí.
De pronto ella me empujó y me miró con odio.
- ¡Tú, tú tienes la culpa! - y se vino sobre mí, pegándome en el pecho con los puños cerrados.
Yo le detuve las manos, tratando de contenerla.
- Pero ¿de qué hablas?, ¿de que tengo la culpa?
- ¡De esto!- y enarboló un papel que puso ante mis ojos.
Le arranqué el documento de las manos y comencé a leerlo.
Todo se me ennegreció y en mi cerebro danzaron las tres únicas letras que leí :VIH positivo
- ¡No, no puede ser, yo a veces no he usado condón contigo, sólo contigo!- le grité.
- ¡ No lo creo, yo si que me he descuidado cuando hemos tenido sexo¡- gritó ella.
Nos enzarzamos en una serie de reproches que terminaron en agresiones.
Nunca, nunca en mi vida había golpeado a una mujer, así que no supe como fue que le di un tremendo derechazo que la tiró al suelo.
Como pudo se incorporó y quedó sentada con la espalda contra la pared.
- Los dos tenemos la culpa, no pensamos en que tarde o temprano la vida se iba a encargar de ponerle un alto a nuestro desenfreno - dijo Tania mientras contenía la sangre que manaba de su nariz - me enteré de esto porque fui a sacarme los exámenes de rutina para mi entrenamiento. Ahora ¡adiós Olimpiadas, adiós vida!- ya no lloraba, parecía que ya nada la podía lastimar más.
Quise acercarme y pedirle perdón, pero mi rabia superó la compasión y salí corriendo.
Ahora estoy aquí, sintiéndome el más infeliz de los hombres.
Caí en cuenta del porqué de los sudores repentinos, de las nauseas, de mi baja de peso y de ese cansancio repentino que antes no sentía. Sé que yo fui el contagiado, lo sé porque alguna vez tuve sexo sin protección con más de una de mis parejas ocasionales, aún cuando le dije lo contrario a Tania.
Ahora me siento un asesino, mi vida ha perdido todo sentido y ya no soy el conquistador irresistible. Soy un tipo patético, más aún que el hombre que, apenas esta mañana, me rogaba que dejara a su esposa, y del cual me reí, diciendo : "¡pobre diablo!"
Fin
 
 DK
 
 


29 comentarios:

  1. Excelente Dora, hace mucho que no te leía y me ha sorprendido tu evolución, has mejorado muchísimo. No tengo mucho que agregar respecto a la redacción, a mi parecer está bien escrito, por lo demás has realizado un buen ejercicio, te has puesto en los zapatos de ese hombre libertino con un desenlace fatal. ¡Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Li:Tu opinión es importante para mí, ya que siempre te he considerado una muy buena escritora.
      Gracias, besos: Doña Ku

      Eliminar
  2. Quien a hierro mata a hierro muere...
    O al menos debería...
    Besos y salud

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Genín: Es indudable que algunos y algunas son promiscuos
      toda su vida y la pasan como si nada. Pero yo creo que es mucha temeridad andar por la vida exponiéndose a contaer "quién sabe qué".
      Saludos amigo: Doña Ku

      Eliminar
  3. Me gusta como conviertes un relato sobre un ser frívolo y egoísta en una profunda reflexión acerca de la vida que escogemos llevar.
    Es un relato excelente, me da gusto volver a leerte, Dora.
    Sólo te comento que revises cómo has utilizado los guiones desde la llamada de Tania, y que por allá arriba se te coló el tilde, desde "vacío" a "vació".

    Besos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Maga: Tu presencia me pone con los pies en la tierra (aunque ando muy liada y dispersa).
      Ya tomo nota.
      Gracias por leerme.
      Con cariño: Doña Ku.

      Eliminar
  4. Me ha encantado el relato, has suavizado la antipatía que produce el personaje con una reflexión que le sienta a más de uno por allí...

    Coincido con Maga, la falta de un par de guiones me confundió un poco.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Taty: Gracias linda. El respeto por nuestra salud es primodial.
      Bueno, esta que te escribe ya no teme a estos temas, pero si sabe cuanto aprecia el estar sana.
      Cariñosamente: Doña Ku

      Eliminar
  5. Precioso! Me ha encantado :) Toda acción tiene reacción y tarde o temprano y lo veremos, no te comento del tilde que ya lo han hecho.

    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Kroana: Esta es, más que nunca, la época del desenfreno y el amor libre.
      No cuestiono la libertad de cada quién por vivir su vida como mejor le parezca, pero si diría que hay que tener en cuenta qué, a mayor promiscuidad,mayor riesgo.
      Cariñosamente: Doña Ku

      Eliminar
  6. Muy buen texto, Dora!
    No me imaginaba un desenlace así, qué momento!!

    Un gusto volver a leerte!!

    Besos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Paty: Ya tenía tiempo que no te leía. Gracias por entrar a leer mis letras.
      Cariñosamente: Doña Ku

      Eliminar
  7. Me ha fascinado, me he metido en el personaje, y el final un poco duro pero muy bueno. Has cambiando mucho, te doy mis felicitaciones.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. JL: Mejor ni te metas en el personaje que no le va muy bien, jejeje.
      ¿He cambiado para bien o para mal?, bueno, ya me lo dirás.
      Gracias por leerme: Doña Ku

      Eliminar
  8. muy bueno Dorita, cambiaste el rumbo de la historia incorporando nuevos personajes, enriqueciendola. Y sobre todo rozaste un tema tan delicado con mucha sutileza

    felicitaciones, un placer leerte

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Vaya, Laura!, ser lisonjeada por ti es todo un honor.
      Gracias, toda mi admiración para ti.
      Cariñosamente: Doña Ku

      Eliminar
  9. Una historia digna del género negro y bien desarrollada en sus giros. ¡Enhorabuena!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Selin: Al terminar de escribir este relato pensé en si no habría sido muy vengativa con el género masculino. Realmente no escribí con un motivo vengativo, no tengo porque, más bien fue una manera de alertar a cerca de los peligros que acechan a los que tienen varias parejas.
      Gracias con cariño: Doña Ku

      Eliminar
  10. Me ha gustado mucho la evolución de la historia a través de tu personaje masculino, de una insulsa vida frívola y despreocupada a "soy responsable de mis actos".
    Un saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ibso: Pues Usiel no fue precisamente responsable de sus actos. Eso sí, espero que le haya quedado tiempo para reflexionar a cerca de su éxito con las chicas.
      Cariñosamente: Doña Ku

      Eliminar
  11. ¡Ahh! Y al principio yo pensé que se trataba de Mirna. Luego, que era sobre Tania, y ya luego vi que se trataba de ambas, mejor dicho, de la red de la que formaban parte. A menudo me cuesta asimilar que un persona crezca tanto en tan pocas horas(o líneas), pero en este caso los eventos son más que suficiente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tania: Se trataba de Mirna, de Tania y de todas las mujeres con las que Usiel tuvo sexo. El SIDA es una cadena de errores.
      Hay hombres que piensan que una muchachita muy joven, no puede estar infectada, pero... se pueden llevar una sorpresa. Por lo menos en México, hay mucha promiscuidad entre las adolescentes.
      Cariñosamente: Doña Ku

      Eliminar
  12. Te felicito, muy bueno, a ver si todos comenzamos a tomar conciencia de una vez ante cosas que son fácilmente evitables, un beso :)

    ResponderEliminar
  13. Inna: Creo que esto viene desde el hogar. Si los padres alertan a sus hijos con respecto a su sexualidad, éstos tendrán más cautela con el sexo.
    No es sólo el VIH, hay una gran variedad de enfermedades de transmisión sexual. Pero imagino que tú y cualquiér chica en estos tiempos está bastante informada.
    Cariñosamente: Doña Ku

    ResponderEliminar
  14. Primero de todo no estaba segura de a qué se refería el título del relato pero al terminar de leerlo he de decir que es muy acertado. Sin ataduras, que no sin riesgos, sin compromiso, que no sin responsabilidades. De eso último le faltó mucho al protagonista... y con ello destrozó dos vidas, ¡y quién sabe si no destrozó muchas más!
    Me gustó la manera en que, en un relato tan corto, eres capaz de desarrollar al personaje desde un hombre sano, fuerte, sin remordimientos ni complejos, a un guiñapo, por así decirlo. Pero siempre consiguiendo empatizar con el lector. Fue su culpa, sí, pero el arrepentimiento le honra. Más que nada porque no piensa en él, al final, en que él está enfermo. Sino en ella y la vida que desaprovechó y, tal vez, en todos aquellos a los que contagió.
    Una gran enseñanza en un relato muy acertado. Coincido con mis compañeros en que he visto una evolución en tu escritura y estoy contenta de haber estado el tiempo suficiente como para notarlo ;) Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tus conceptos Bess. Ya te contesté en tu blog, y disculpa la confusión.
      Esta es tu casa: Doña Ku

      Eliminar
  15. Me ha impactado. Me esperaba otra cosa muy diferente y mucho menos trágica tras la llamada, eso sí que les cambia la vida. Aunque no se puede decir que no hubiera podido ocurrido alguna vez, todos conocemos los riesgos de contagio del sida. Has sabido llevar la crudeza del relato hasta el último momento, Dora. ¡Felicidades!

    ResponderEliminar
  16. Osnolasaga: Al parecer, NO TODOS saben los riesgos del contagio del sida, ya que muchos viven "la vida loca", sin importarles las consecuencias. La situación es tan riesgosa, que el embarazo a pasado a ser un "mal menor".
    Recibe las gracias por tu visita y mi cariño: Doña Ku

    ResponderEliminar
  17. Como soy una tardona, todo lo que quería comentar se ha dicho ya ^^. Sólo diré, pues, que es un giro interesante.

    ResponderEliminar