UN AÑO DE BENDICIONES

UN AÑO DE BENDICIONES
PARA TODOS

martes, 23 de noviembre de 2010

Ser extranjera (tres)



Mi marido me comunicó que estábamos invitados a una reunión para el sábado siguiente. Cuando le pregunté que quién nos había invitado, sólo me dijo: -unos amigos -.
Llegamos a una casa de dos pisos, no muy diferente de las demás externamente, pero su interior tenía un estilo recargado, pues aparte de estar llena de cuadros, figuras y toda clase de adornos, la mesa principal tenía como mantel una capa de torero llena de lacitos rojos y bordados en dorado.
Sentí un agradable calor cuando escuché un rumor de vocablos en español y luego me sorprendió gratamente la anfitriona,una mujer que se veía que pasaba de los cincuenta, cuando nos dio la bienvenida en español, aunque su acento era de habla inglesa, - pasen ustedes, bienvenidos, ya llegando casi todos.
Esa fue una reunión muy especial, pues en un momento dado notamos la variedad de nacionalidades que había en esa reunión, ya que el que había invitado a mi esposo, era un señor puertorriqueño, casado con una mujer inglesa (la que nos había recibido), otra de la invitadas era española, además el socio de mi marido (que tenía la nacionalidad alemana), era gringo y yo, que era mexicana, formamos un mosaico variopinto del que nos reímos con ganas al notar algunas confusiones en el lenguaje y las acepciones que le dábamos a algunas palabras.
La anfitriona nos dijo que ella era maestra de español en una escuela y que además daba clases de este idioma por tv. Asomó a los labios de la mayoría de los hispanos una sonrisita burlona al oír esto, ya que la pronunciación de Eleonor (así se llamaba la inglesa), daba mucho que desear.
No hizo un relato en español: - yo tenía una vecino que uno día vino a la mía casa llorando, dije yo: ¿por que tú llorando?- , ¡ay!,- ella dice,¡ se mi perdió, se mi perdió!-, -¿que se pierde a ti?-, -¡mi víboro, mi víboro! -, ¡¿cómo tú dices?!-, -¡mi víboro!, yo tiene un víboro en el beisman (sótano) , el come los ratones y alimeñas de casa, pero hoy, cuando yo busque, ¡no está más mi amado víboro!
Nosotros cambiar de casa muy rápido.
Reímos tanto con el relato que a algunos hasta se nos saltaron las lágrimas.
La señora española y la inglesa lamentaron vivir lejos de nosotros, pero prometieron llamarme por teléfono e invitarme a algunas reuniones de sus club de tejido y de gimnasia, yo agradecí la deferencia, pero no me entusiasmé mucho cuando supe que la mayoría de las socias eran gringas.
No obstante tanto Eleonor, como Pilar, la española, me llamaban con cierta frecuencia. Eleonor decía que le ayudaba a practicar el "suyo español".

Una hermosa noticia llegó para cambiar mi vida, ¡estaba embarazada!
En cuanto confirmé la buena nueva, sentí que tenía un motivo para sentirme feliz y acompañada, ya nunca más estaría sola, pero.....¿quería que mi hijo naciera en este país donde sería el hijo de una mexicana y un un alemán?, ¡definitivamente no!
Comencé una ardua labor con mi esposo, con el fin de lograr que regresáramos a México para cuando naciera el bebé: - mira, ni tú, ni yo somos americanos, ¿que caso tienen que nazca nuestro hijo en E.U?-, -pues no está mal, sería ciudadano norteamericano-, - bueno y ¿que pasaría cuando supieran que sus padres no lo son?, ¿lo discriminarían cómo lo hacen contigo y conmigo?-, - esos son ideas tuyas-, -¿ah si?, ¿entonces por qué tienes que trabajar con un señor gringo, ya que tu solo no eres muy bien recibido en las casas?-. A veces lo dejaba sin poder contestarme.
Me llevé un gran susto cuando una noche, al regreso de su trabajo, me contó que había recibido una carta de un tío que vivía en Alemania y que en ella le decía que él estaría encantado de recibirnos en su casa y que incluso mandaría los boletos de avión y pagaría el hospital, con tal de que naciera su sobrino nieto en ese país. Sentí como si me echaran un balde de agua fría encima y pensé: " si aquí me siento así, en Alemania de plano me moriría".
Afortunadamente pude convencerlo, y en pleno diciembre emprendimos el regreso a mi patria.
El viaje fue mucho más arduo, ya que nevaba y la compañía del socio de mi marido, el señor Crawford , no fue muy agradable que digamos, pues fumaba como chimenea y yo, con siete meses de embarazo, bastante incómoda y tendiendo que respirar el aire viciado ya que llevábamos las ventanillas cerradas por el frío y el señor Crawford fumaba un cigarrillo tras otro.
Para colmo de mis males, en una gasolinera, mientras mi marido llenaba el tanque del auto, su socio se peleo con uno de los trabajadores y subió enojado al asiento trasero aventando una servilleta que yo tenía desplegada con algunos panecillos que estaba preparando para comer, una abeja se enfureció cuando sintió que la aventaban y se desquitó con mi dedo medio, dándome tremendo piquete que en un santiamén se hinchó. El dedo me punzaba y dolía espantosamente, fui llorando kilómetro tras kilómetro renegando de mi suerte.
Pero cuando disminuyó el dolor, comencé a reí al acordarme de un chiste: Una monja llega al hospital, el doctor la revisa y le dice: - ¡ay está está lastimada y llena de tierra, ¿que le pasó?-, ella contesta:- una Vespa (refiriéndose a una motocicleta de marca Vespa)- ¡uy y trae el dedo muy infalamado!- , -una avispa-, después de un rato dice el doctor, ¡válgame si está embarazada!-, -un obispo-, responde la monja.
Al llegar a la frontera y escuchar por primera vez a un niño que me decía: -!chicles, señorita, chicles!-, en mi querido idioma, olvidé todas las penurias, sólo sentí una alegría inmensa y lo abracé feliz, dándole gracias a Dios porque me había permitido regresar a casa.
Fin (bueno, más bien el comienzo de muchas cosas malas y buenas, pero sin discriminación)
Dora Kuechel

9 comentarios:

  1. ES BUENO EL REGRESO A LAS COSAS QUERIDAS, MAS CON LA PROMESA DE UN HIJO EN LAS ENTRAÑAS.
    SIGUE LA HISTORIA QUERIDA DORA ?
    ES DIFÍCIL, PERO MUESTRA LA FORTALEZA DE SU PROTAGONISTA.
    UN ABRAZO QUERIDA AMIGA

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  2. Supongo que todas las cosas tienen su lado bueno y su lado malo, la experiencia de vivir en un país extranjero no cabe duda de que tiene muchas cosas interesantes, pero si, desde luego que uno no se puede librar del precio que hay que pagar en discriminación, o simplemente costumbres distintas a las de uno.
    Besos y salud

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  3. Espero que cuentes más experiencias. Vivir sintiéndose extranjera hace valorar cosas que de otra manera se dan como normales. Un beso.

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  4. Abuela Frescotona: Pues si, sigue la historia, contarla lleva muchos más que lo que he escrito, pero me gustaría contar un poco, de alguién que pasó lo mismo que yo, pero fue mucho más valiente.
    Con mi cariño: Doña Ku

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  5. Genin: LAs razones que tiene cada quién para vivir o no en el extranjero, son muchas y muy variadas.
    En mi caso, hubo multiples factores para decidirme a regresar a mi patria y nunca me he arrepentido de esta decisión.
    Cariñosamente: Doña Ku

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  6. Tere: Tienes razón,con el tiempo me tocó valorar y conocer muy de cerca la vida de quién ha estado lejos de su país por más de 10 años.
    Cariñosamente: Doña Ku

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  7. Antes que nada quería agradecerte porque visitaras mi rinconcito de IMAGENES Y TEXTO y te detuvieras en el de las Orquideas, A ellas les pasa un poco lo que cuentas tú , "no se aclimatan a vivir en otro lugar que no sea el de su origen", son muy pocas las variedades que logran aferrarse, Mi esposo lo ha intentado con muchas variedades, entre ellas la que mencionas que te habian regalado.
    Pero no llegan proliferar,a pesar de los cuidados especiales que le brinda, los cambios climaticos,no logran adaptarse, Solo esta variedad de la foto y otras dos que también he logrado atrapar con mi camarita, (Ya que el jardinero es mi marido Betto, yo las disfruto y las atrapo con la camatita)son chiquitas, pero suelen multiplicar su floración haciendolas muy bellas, cosa que no sucedió este año.
    Dora, no sabía de éste blog, lo encontré buscando un mail donde contestarte, para agradecerte, y me encontré con este maravilloso y enternecedor relato.
    te envio un abrazo
    y hasta pronto, seguiré recorriendo el blog!!

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  8. María Rosa: Estoy encantada de haberte descubierto, ya veo que eres una mujer muy valiosa y emprendedora.
    Saber que existen personas como tú, me hacen reconciliarme con mis semejantes.
    Con muchísimo cariño: Doña Ku

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  9. En la narración de tu vida subyace un amor infinito por tu tierra. Ojalá todos tuviéramos tu capacidad de amar a la patria.

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