UN AÑO DE BENDICIONES

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PARA TODOS

viernes, 13 de abril de 2012

Codicia

Codicia

Esa primavera, Iosef Goldanski había decidido embarcarse rumbo a América en aquel enorme barco llamado "Titanic", que era el más reciente y moderno medio de comunicación entre el viejo y el nuevo Continente.

Iosef era un prospero negociante judío de cincuenta y tres años, alto y enjuto. Iba siempre vestido con un traje negro, que brillaba de tan usado. La camisa, cuyo cuello asomaba, daba fe de que no era muy afecto a cambiarse e incluso a ducharse muy seguido.

Su típico rostro sefardí, lucía una nariz ganchuda, ojos pequeños parecidos a los de un ratón, una boca formada por dos lineas paralelas, una gran barba hirsuta, un cabello bastante sucio y largo con trecitas a los lados y rematado por un negro sombrero.

Decidirse a dejar Inglaterra, el país que lo había visto nacer, no fue fácil, pero las circunstancias que lo empujaron a hacer dicha travesía fueron más fuertes que sus deseos de permanecer en Southampton, ciudad a la que habían emigrado sus padres poco antes de que él naciera.

A la muerte de su padre, el lazo que lo ligaba a Rebeca Goldanski, su madre, se tornó más fuerte y, por consiguiente, él le profesaba una obediencia ciega.

Así que acató sin chistar la promesa que ella le obligó a hacer: “Nunca me casaré mientras tú vivas, querida mamá”. Y nunca se casó.

La fortuna de los Goldanski, creció día a día y, junto con ella, el excesivo ahorro y la avaricia.

Cuando murió Rebeca, Iosef se sintió más solo que nunca. Tanto, que limitó aún más sus comidas y por las noches ni siquiera prendía las luces. Motivo por el cual, más de una vez los ladrones intentaron entrar, pues pensaban que ya no vivía nadie en esa casa.

Tratando de resguardar su patrimonio, Iosef decidió que lo mejor que podía hacer era poner tierra de por medio e ir donde nadie supiera de su fortuna. Ya que en Southampton era muy conocida su riqueza y también su avaricia.

Así que tomó sus viejas maletas, las llenó con las joyas y monedas de oro que pertenecían a la familia desde hacía varias generaciones y, por no dejar, puso una muda que consistía: en una camisa, un pantalón, un calzón y unos calcetines medianamente limpios.

Subió al barco siguiendo al chico que llevaba sus valijas y ni siquiera prestó atención a los viajeros que decían adiós emocionados desde la baranda de la cubierta. Su máxima prioridad era vigilar sus pertenencias.

Tampoco lo vieron nunca en el comedor, ni tomando el fresco sentado en las tumbonas esparcidas estratégicamente por la superficie del navío.

Literalmente se encerró en su camarote, temeroso de que alguien entrara y se llevara su querido tesoro.

Si se había embarcado en primera clase, a pesar de que tuvo que hacer un desembolso que lo hizo sufrir, era porque pensaba que los pasajeros de segunda y la tercera clase, eran puros raterillos y gente de baja estofa, y ahí hubiesen peligrado más sus pertenencias.

A los mozos que iban a ver si deseaba que le llevaran el servicio de alimentos a su camarote, les dijo que no necesitaba nada, ¡nada más faltaba que también gastase en esos dispendios!, si de por sí el pasaje había estado demasiado caro.

Lo único que pidió fue una taza, una cuchara y agua caliente. y como nunca dio una sola propina, los mozos se ausentaron de su camarote.

Sobrevivía con algunas galletas, unas bolsitas de té y terrones de azúcar que llevaba en una vieja bolsa.

Dos días después despertó alertado por los gritos y las carreras de algunas personas que pasaban frente a su puerta, no obstante se abstuvo de salir.

Pero se llenó de pánico cuando vio que entraba agua bajo su puerta. Inmediatamente rompió una sábana en tiras y sacando sus queridas maletas, las amarró fuertemente a sus caderas y se las fijó en la piernas, se puso su abrigo largo y salió.

Caminando trabajosamente trató de llegar a cubierta. Cuando finalmente subió, se dio cuenta de que el barco se comenzaba a hundir. Entonces se esforzó por llegar a uno de los botes salvavidas.

Hizo a un lado a empujones a las mujeres, los ancianos y los niños que tenían la prioridad de ser salvados y dio un salto para subir al bote. Pero el peso excesivo que llevaba encima no le permitió llegar a él y, como consecuencia, cayó estrepitosamente al mar.

El mar lo quiso devorar junto con sus maletas, pero por un milagro salió a la superficie.

Cerca de Iosef estaba uno de lo botes salvavidas y dos de los hombres que lo navegaban le hicieron señas para que nadara hacia ellos –¡come here , come here!- le gritaron.

Con un esfuerzo sobrehumano Iosef logró llegar cerca del bote y alargó los brazos para que lo rescataran. Pero cuando los hombres lograban asirlo, el peso hacía que se resbalara. Uno de sus salvadores le gritó - ¡tiene que quitarse peso, necesita desamarrarse eso que trae en la cintura!

Pero Iosef no pensaba soltar su amado tesoro. Así que aquellos que pretendían salvarlo, tuvieron que limitarse a ver cómo, debido al congelamiento y a su negativa de soltar las maletas, el hombre terminaba hundiéndose. Finalmente el mar ganaba la partida.

Es posible que algún buzo, muchos años después, haya encontrado el esqueleto de un hombre, abrazado a unas viejas maletas.

Fin

46 comentarios:

  1. Precioso relato. Me ha encantado. Perfectamente relatado y creo que tienes razón al plasmar que la avaricia no trae nada bueno, pero prefiero pensar que tu personaje atesoraba esa fortuna porque para el era la recompensa a años de soledad y sacrificio a su madre; o por lo menos eso quiero pensar, XD. En definitiva... Fabuloso, felicidades.

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    1. Charo: La avaricia es un tema que me toca de frente por que la viví en mi carne.Siento que en cierta forma me estoy vengando un poco.
      Gracias por tu visita, un beso: Doña Ku

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  2. Te quedó bárbaro el relato. Saludos :)

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    1. Dolly: Tu presencia en mi casa es bárbara.
      Un besito: Doña Ku

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  3. Buenas tardes, Doña Ku. Me pareció interesante su relato, con respecto al tema que trata en particular, después de todo, hay personas que no desean desprenderse de aquello que no es importante aún en momentos tan desesperados como ése. Pero sin duda, fue precisamente eso el fin y el inicio de su vida. Genial relato, Doña Ku, gracias por mostrarlo. Besos.

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    1. PukitChan: Por favor háblame de tú, ya sé que estoy vieja, pero dame la ilusión de no tener edad entre mis compañeras escritoras.
      Si supieras lo que hacen las personas por conservar sus posesiones, de plano no lo creerías.
      Gracias por leerme, cariños: Doña Ku

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    2. ¡No hay edad para las letras! La razón por la que le hablo de "usted" se deriva de mi familia (Crecí en un pueblo pequeñito del estado de México, cerca de la capital, donde siempre me enseñaron a hablar de usted, a mis mayores, jejeje), pero, si e sientes y me permites hablarte de tú, lo haré. Besos muchos.

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  4. Definitivamente, y en cierto modo, tristemente, hay personas que piensan que sin grandes fortunas no merece la pena vivir. Tu Iosef es de esas personas que incluo teniendo millones no gastan nada, viviendo de un modo sobrio, casi inhumano, sólo por no darle parte de su fortuna a otros...
    Me ha gustado mucho tu relato, Doña Ku =)

    ¡Un saludo!

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    1. Elisa: Dicen que la vida real es más asombrosa que la ficción. En mi caso, cuando tenía aproximadamente once años, debido a que mi madre fue maestra del jardín de niños en la escuela de judíos "Monte Sinaí", obtuvo becas, tanto para mi hermano, como para mí.
      Así que no hablo de oídas, sé como se las gastan algunos judíos, no todos,aclaro.
      Saludos cariñosos:Doña Ku

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  5. Que triste ¿No?
    Pero muy bueno el relato, muy bien escrito, se pasa el tiempo en un segundo hasta ver el FIN.
    ¡Feliz fin de semana!
    Besos y salud

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    1. Genin, amigo: Me gusta saberte siempre en mis letras.
      Gracias por tu amistad: Doña Ku

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  6. ¡Hola Doña Ku! ¡Me ha encantado el relato, tiene una tragedia muy pura y real :( Ojala el buzo haya abierto las maletas ;)

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    1. María Od: Ojalá y el buzo no abra la maleta, ese tipo de tesoros como que son malditos.
      Gracias por leerme, un beso: Doña Ku

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  7. Hola Doña Ku, queda totalmente confirmado que asi como venimos nos vamos: sin nada; y que ni todo el oro del mundo puede apartarnos de cumplir nuestro destino,
    Muy buen relato!!!

    Un abrazo

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    1. Paty O: No sabes hasta que punto la vida se encargó de confirmarme lo que dices.
      en algún otro relato hablaré de lo que te digo. y SERÁ DE MI VIDA REAL.
      Un beso: Doña Ku

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  8. que historia triste, suele pasar que las tradiciones también incluyen la avaricia como herencia, cuantos asi habrán habido en ese trágico viaje...
    querida amiga espero que ya hayas superado tu pesado trámite y estés en franca recuperación, te abrazo con fe en que asi sea...

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    1. Amalia: Yo tuve una triste historia de avaricia en mi vida y no sabes como la sufrí.
      Por otro lado pues no, apenas a partir del 19 de este mes comienzan mis exámenes clínicos y demás tramites,¡tengo miedo!
      Te quiero, amiga: Doña Ku

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  9. Mmmmmm...... Triste, pero real.... ¿Cuántos Iosef existirán aún hoy?

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    1. Emma: Yo tuve uno en mi vida y desgraciadamente creo que existen muchos más.
      Gracias por tu visita: Doña Ku

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  10. Un gran relato que retrata perfectamente la miseria humana y la triste realidad que hoy en día también viven muchas personas. Las situaciones extremas nos obligan a mostrarnos tal cual somos, y en este caso se nota muy bien.
    Hay unas cosillas que se te han pasado, como en la primera frase del relato: "Esa primavera, Iosef Goldanski Había", y luego cuando lo describes supongo que has querido decir "barba hirsuta".

    Besos!!

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    1. Maga: La avaricia es uno de los pecados capitales, pero ¿por qué precisamente "ese" me tenía que tocar a mí?
      Te agradezco tus correcciones, esta viejita está desbarrando cada día más, es un alivio que te tomes la molestia de mostrarme mis pavadas.
      GRACIAS GRANDOTAS y un beso: Doña Ku

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  11. Y a eso, señoras y señores, se le llama ser un pobre diablo, creo yo. Menudo personaje complejo que te has marcado en un abrir y cerrar de ojos, sin despeinarte ni nada, como decimos en mi casa. Me han gustado mucho tus descripciones, así como la historia, aunque me hace sentir lástima por el pobre hombre... si no fuera por su madre quizás no hubiese muerto en ese barco.

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    1. Xenariana : De pobres diablos está lleno el mundo y créeme, hay muchos que están forrados de dinero.
      No sientas lástima por personas como él, pues era feliz viendo crecer su fortuna, que para él era su dios.
      Bienvenida a mi casa: Doña Ku

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  12. Pues para que no le haya seducido el tema le ha quedado genial. Las descripciones son muy buenas y este personaje me ha dado lástima, esas ideas mediocres y superficiales lo llevaron a la muerte. Ha sido una muy buena lectura. Saludos!!!

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    1. Li: ¿Sabes que algunas mujeres no tienen hijos, aunque sepan que pueden ser madres, para que no se les estropee su cuerpo? Esa también puede ser una forma de avaricia, pues pone por encima de todo su belleza y la cuida con celo infinito. Lástima que a esa también se les llega a ahogar, por más que la cuiden.
      Un cariñoso saludo: Doña Ku

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  13. Siempre nos transportas a culturas distintas, personajes con diversas creencias y procedencias, me haces viajar y sonreír. Aunque la verdad está un poco trillado-judío = se le dan bien las cuentas, usurero, etc... pero me encantó la forma en que lo llevas al extremo más extremo que resulta su perdición. ¡Qué buena historia para una leyenda que se cuente a la luz de una hoguera! ;)

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    1. Con lo del judío Me refería a estereotipado. cómo odio que las palabras se me escapen!

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    2. Bess: A través de mi marido, comprendí un poco la cuestión de "guardar" de algunas personas.
      Los que vivieron la guerra, sobretodo, supieron lo que era no tener ni que llevarse a la boca. Así que cuando la guerra finalizó, lo primero que aprendieron fue "a guardar" y tener siempre recursos para lo que pudiera venir. Algunos se pasan de previsores y caen en la avaricia.
      Judíos o no, la avaricia existe.
      Besito: Doña Ku

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  14. La avaricia es el peor de los males para el ser humado. Un relato precioso aunque lo de que un judío esté ligado a esa personalidad me ha chirrriado un poco; tranquila, es cosa mía; es que soy una defensora tras encontrarme a muchos antisemitas en la vida.
    Mis felicitaciones

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    1. Jud:
      De ninguna manera soy antisemita, pero eso no quiere decir que se me borren los ejemplos de avaricia de lo que me enteré cuando estuve en la escuela judía.
      Y avaros los hay de todas las nacionalidades. Mi marido fue alemán y fue un avaro.
      Cariñosamente: Doña Ku

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  15. Una venganza poética contra la avaricia, tía Ku.

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    1. Pues sí Darío,no sabes cuanto odio la avaricia.
      Nosotros los latinos, somos muy dados a gastar y es raro el que planea sus gastos y se prepara para cualquier contingencia. Yo he aprendido, después de un gran susto financiero, que no hay que gastar más de lo que se tiene.
      En México decimos; "Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre".
      ¿Por qué será que los seres humanos siempre nos vamos a los extremos?
      Te mando mi cariño santo: Doña Ku

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  16. Me ha gustado mucho tu relato Dora :)
    La avaricia es terrible -.- al final al hombre le mató lo que más quería, sus tesoros.
    ¡Un placer leerte, besos!

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  17. Nerea: Bienvenida a mi casa y gracias por comentar.
    Sí, es malo ser avaro, pero también es malo gastar de más.
    Así que ¡cuidado con el presupuesto!
    Mi cariño: Doña Ku

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  18. Un caso real, y no porque precisamente haya pasado en ese fatídico accidente (aunque no dudo que mucha avaricia si hubo), sino porque tal vez muchos llegamos a sufrirlo en algún momento de nuestras vidas.

    Todos llegamos a tener hasta cierto punto mucho apego por cosas materiales o ansias de poseer riquezas, la importancia radica en valorar más tu vida que cualquier otro tesoro. El señor estaba muy solo, carecía de confianza en sí mismo y no consideró que su existencia, su salud, su supervivencia era más importante que cualquier tesoro material.

    Un beso Doña Ku, gracias por el relato :)

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    1. No sabes Lunella hasta donde puede llegar un hombre o una mujer por conservar sus posesiones. un ejemplo son la mujeres que se hacen practicar decenas de cirugías con tal de conservar su belleza (para ellas es su posesión más importante) o aquel que hace las trampas más grandes por no soltar su puesto político, son incontables las avaricias, disfrazadas de legalidad.
      Gracias por comentar : Doña Ku

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  19. Y penar que debe haber existido más de un caso real como el que relatas. Muy bueno, me gusta cuando dejas correr la pluma.

    Espero que estés atravesando este momento con esperanzas.

    Un beso enorme.
    HD

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    1. Querido Humberto: Este es un tiempo muy negro para mí, por eso me refugio en las letras, las mías y las de mis amigos escritores.
      Las tuyas son especialmente deleitosas. Gracias por los momentos de refugio que encuentro en tu blog.
      Ya sabes que por acá en México tienes una vieja amiga que te tiene un muy especial afecto: Doña Ku

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  20. Y por fin llego a tu relato :)
    La avaricia pierde a muchas personas, es el mal de nuestra sociedad

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    1. Déborah: Gracias por leerme.
      Tienes razón , la avaricia es un mal que consume a la humanidad.
      Un beso: Doña Ku

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  21. Mi querida Ku, claro que sientes miedo, es el precio de la vida, el temor a perderla, a sufrir. Es lo que justifica nuestra fe religiosa, cualquiera sea. También la forma en que lo enfrentemos nos hará sentir mejor en el triunfo. Es propio del ser humano el miedo, Jesús lloró y clamó de miedo en la Cruz. Querida amiga Ku, ten miedo, esa fragilidad humana es lo que nos hace depender del pensamiento mágico de creer en un Ser que todo lo puede, Dios. Yo te quiero, y no es una frase del comentario, son palabras desde mi corazon, yo te quiero, pediré por tu salud, por los que te aman, ya verás que saldrás con bien de esta "pruebecita", te abrazo

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    1. Amalia: ¡Si tú supieras cuanto me llenan tus palabras! El cariño de nuestros amigos es un gran consuelo para cuando la estamos pasando mal.
      Gracias por ese "yo te quiero" que me sabe a bendición.
      Ya le cuento a apm, que mi operación está programada para el 12 de julio. La fecha llegará y ya te platicaré como me fue. Por lo pronto, gracias por orar por mí.
      Yo también te quiero, amiga: Doña Ku

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  22. !Vaya con la avariacia!, en verdad, podríamos decir que él mismo se buscó su tumba, por codicioso... la avaria Dora, por otra parte, es un mal que siempre ha tenido la sociedad de todos los tiempos, y, un ejemplo claro es ni más ni menos que esta crisis mundial en la que estamos inmersos, fruto de la avaria desmedida de unos, que ahora pagamos todos... damos demasiado valor a las cosas materiales, y mientras, no nos damos cuenta de lo que dejamos a nuestro alrededor.
    Y, hablando de otra cosa ¿como estás tú?, deseo que cuando me respondas pueda leer que recuperada del todo o casi recuperada... !deseo que estes bien, lo deseo de corazón!!!

    Millonazo de besitos gordotes

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  23. apm: Gracias por tus atinados comentarios. Podríamos decir que la avaricia hace que haya una gran desigualdad, pues por un lado existe gente muy, pero muy rica y otra que ni siquiera tiene un mendrugo que llevarse a la boca.
    En cuanto a mí, hay un tiempo amargo de espera, hasta el 12 de julio. Aunque tampoco hay prisa porque llegue ese mal momento.
    Recibe mi cariño de siempre: Doña Ku

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  24. se que no es consuelo, pero tengo tres amigas de blog que estan pasando lo que, ya veras amiga que todo saldrá bien, eres fuerte y tienes fe, es lo que Dios valora de nosotros el esfuerzo y la confianza, te abrazo querida Ku

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  25. Querida Dora, no sabes cómo se me ha erizado la piel con tu relato.

    En verdad que para mí tiene un gran impacto (y no muy positivo por cierto) la gente que se aferra a las cosas materiales; entiendo que haya cosas que valoremos porque nos las dio alguien muy querido o porque son necesarias para realizar algún trabajo, pero debo decir que desconfío notablemente de la gente que ama el objeto por ser el simple objeto.

    Agradezco mucho tu relato, creo que está bien estructurado y que abordaste bastante bien la consigna, ¡a mí me costó un mundo!

    Hasta la próxima ^^

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