UN AÑO DE BENDICIONES

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PARA TODOS

miércoles, 24 de abril de 2013

La muerte tiene un secreto



Este mes publicamos un tema libre, con la característica de que alguno de nuestros compañeros o compañeras de letras le pondrá título.
Aquí va mi relato:

 
 
Mariela se había topado con él a la salida del supermercado y al momento de verlo su corazón dio un vuelco.
Lucía bastante alto, calculó que por lo menos medía un metro ochenta y cinco. Su aspecto era desaliñado, pero se notaba que hacía ejercicio, ya que su cuerpo lucía fornido bajo la camiseta sin mangas y los jeans descoloridos. Llevaba el cabello largo y la barba crecida; "bueno...eso está de moda", se dijo Mariela, como para tranquilizarse.
Pero la mirada que le dirigió al salir y el aspecto de su rostro no fue nada tranquilizador, pues era poco atractivo y tenía una cicatriz que le torcía la boca y le daba el aspecto de un hombre malvado. 
Ella esperó un buen rato a que el tipo aquel subiera sus compras a un destartalado Volkswagen, para dirigirse al suyo y hacer lo propio.
Luego aguardó a que se fuera para arrancar su Tsuru, que apenas hacía dos meses había estrenado.
Manejó bastante relajada y pronto olvidó sus temores.
Hasta que el rojo de un semáforo la detuvo y volteó a su izquierda, inmediatamente se le secó la boca, ¡el hombre del supermercado estaba a su lado!  La inundó un extraño escalofrío y a la vez una gota de sudor corrió por su espalda.
En cuanto vio la luz verde aceleró, y su auto salió despedido chirriando con fuerza.
Notó que el hombre aceleraba también tratando de alcanzarla. Pronto no tuvo más remedio que frenar ante otra luz roja, Mariela temblaba y evitaba mirar a la izquierda, presintiendo que el hombre la observaba.
-¡Señora, señora!- oyó que le gritaban- ¡lleva abierto el maletero!- se dio cuenta que era el tan temido hombre quién le gritaba.
Efectívamente, la tapa del maletero estaba levantada y ,por su nerviosismo, no se había dado cuenta. Se hizo a la orilla de la calle y bajó. Las piernas le temblaban como si fuesen de gelatina. Cerró el maletero y volvió a subir al auto. El hombre había desparecido.
Más adelante volvió a atisbar el viejo Volkswagen estacionado a un costado de la calle y alcanzó a ver al hombre cargando a un niño y besando a la que parecía su mujer.
"¡Ay, que loca estoy!", pensó, "las diarias noticias a cerca de la inseguridad y los asaltos, me tienen así".
Pronto llegó frente a su casa y tocó el claxon para que le abrieran el portón, pero recordó que era el día de asueto de la chica que la ayudaba con el quehacer de la casa. Así que descendió de su auto para abrir y, al hacerlo, tropezó con un chico bastante agradable y vestido impecablemente, quién sonrió y dijo con voz de bajo profundo : "¡disculpe!".
-No se preocu...- comenzó a decir, pero ya no pudo seguir pues un cuchillo atravesó su estómago haciéndola caer al piso.
El "chico agradable" le quitó las llaves de la mano, subió al auto y partió con rumbo desconocido.
El último rostro que registró la mente de la moribunda Mariela, sin saber porqué, fue el del hombre de " la boca torcida".
DK

10 comentarios:

  1. "A veces las cosas no son como parecen"
    Te dejo el titulo para tu bonito relato... :)
    Besos y salud

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    1. Genín: Así es, las apariencias pueden engañarnos a veces. Por lo menos la única vez que trató de atracarme un tipo, nunca imaginé que podría hacerlo, ya que se veía muy tranquilo y bien portado.
      De hecho, creo que la necesidad lo impulsó a hacerlo. Un señor que vio lo que pasaba me ayudó e hizo correr al ladrón.
      Luego mi salvador me dijo: "Señora, cuando traten de robarle(espero que no sea así)deje que se lleven su bolso y no se aferre a él, porque puede perder la vida" Jajaja, yo tenía el bolso fuertemente apretado y nunca lo solté.
      Gracias por el título, querido amigo.
      Cariñosamente: Doña Ku

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  2. ¡Hola, hola! ¿Cómo estás? Espero que bien.

    Pasando a tu relato, pienso que manejas muy bien los momentos de acción, vamos, ¡tienes el toque! porque no sabes, a mí eso me cuesta mucho trabajo.

    Y en general, la idea que desarrollas es muy buena, además, claro, de que está bien escrita... y para este punto, sólo te pongo un pero: "Volswagen"; pero de ahí en fuera, todo está perfecto.

    Gracias por compartir tu relato, ya veremos qué título le ponen.

    Un fuerte abrazo y, ¡hasta la próxima!

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    1. Athena: Gracias por tu inapreciable punto de vista y también gracias por la corrección ( que ya subsané).
      Espero el título y también espero que el próximo mes escriban más compañeros, ¡estan muy flojos!
      Cariños: Doña Ku

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  3. Lo primero que se me viene a la mente al leer tu relato es la frase "Nunca juzgues a un libro por su cubierta"
    Es increíble cómo eso se repite con las personas más que con los libros.
    Muy buen relato Dora, cómo ya sabía que tu historia era sangrienta comencé a leer ya angustiada, así que me encantó el giro que das al final.

    Sólo me quedo con una duda
    "y los jeans descolorido"
    Según yo debería ser "descoloridos" ya que por lo general jeans se trata como plural.

    Cariños!

    Catapzia

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  4. ¡Cierto Catapzia!, tienes razón, debiera ser plural, a esta vieja se le pasan algunas letras y a veces hasta los acentos.
    Gracias por que tengo los ojos de mis compañeras de letras. Y gracias por leerme. : Doña Ku.
    Ya le puse título a tu relato.

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  5. Muy buen relato, tía. "Irónica cicatríz".

    Un fuerte abrazo.

    Darío

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    1. Darío: Ya sabes que si no tengo la seguridad de que me has leído, no me sabe publicar.
      Gracias por estar siempre por acá.
      Recibe mi afecto de siempre: Doña Ku

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  6. ¡Hola Dora! Ya tengo por fin el título para tu relato, me costó porque no encontraba como describir toda la emoción que se hiciste sentir en tu relato, me asuste y el final me dolio, por fin me he decidido por: La muerte tiene un secreto, a ver qué te parece. ¡Un abrazo!

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  7. no se cual será el título, pero es pura realidad.
    las apariencias engañan y visten de pureza la maldad, saludos querida Ku, muy buen escrito.

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